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sábado, 23 de abril de 2011

"La vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia..."
 
Nunca digas que hay dìas feos cuando la lluvia esta muy fuerte, cuando los vientos tiran los àrboles, cuando hace mucho frìo y no sale el sol....
 
SABES REALMENTE CUANDO SON DIAS FEOS ?
 
CUANDO TU MEJOR AMIGO FALLECE, cuando el ser que màs amas: SE VA... cuando te han dicho que tienes una enfermedad terminal y nunca te la detectaron a tiempo
y solo te queda poco tiempo de vida...
 
NO SON ESOS REALMENTE LOS DIAS MAS FEOS???
 
Y NI ESOS, pues como quiera que sea, si en algun momento has amado, has tenido un hijo, UN GRAN AMIGO COMO YO, o como el que esta lejos y nunca olvidas...
 
YA HAS VIVIDO... Y AHI, AHI NO HAY DIAS FEOS.
 

 
 
 
La VIDA es una obra de teatro que no permite ensayos.......
Por eso, Canta, Ríe, Baila, AMA y VIVE Intensamente cada momento de tu vida Antes de que el telón baje, y la obra termine sin aplausos..... . . .
 
 
 
 
Bailamos?....

miércoles, 13 de abril de 2011

SEGURIDAD CIUDADANA Y DERECHOS HUMANOS



El desenvolvernos de manera adecuada en la sociedad implica que contemos con las condiciones para poder hacer valer nuestros derechos.

La seguridad resulta fundamental ya que sólo en un ambiente en el que nuestros derechos se encuentren debidamente resguardados, será factible que podamos desarrollarnos plenamente.

Para que la seguridad ciudadana pueda construirse se requiere contar con estrategias que permitan aprovechar y optimizar los recursos públicos, tecnológicos, materiales y humanos con que cuenta el Estado mexicano, lo cual implica la suma de esfuerzos para abatir la delincuencia, no sólo desde el ámbito público, sino, también desde la participación de la sociedad civil, a partir de la prevención y cuando ésta falle, lograr detener de manera oportuna a los responsables de los delitos.

La seguridad ciudadana se refiere a esa condición o estado en ausencia de amenazas que pongan en peligro a la sociedad, de manera individual o en su conjunto, de ahí que se considere un ideal alcanzarla para poder ejercer plenamente los derechos.

También implica la existencia de políticas públicas orientadas a suprimir las amenazas de seguridad e incrementar la protección de la población, las cuales deben estar sustentadas en prácticas sociales existentes.

Hace cerca de 17 años se planteaba a propósito de la seguridad pública, la necesidad de incorporar en la Constitución un compromiso a cargo del Estado que permitiera dejar en claro a quien le corresponde dicha función. Hasta entonces parecía que el incremento de la violencia y la ineficiencia institucional para combatirla provenía de la imprecisión o ausencia de leyes que fueran claras respecto de quienes deberían de asumir la responsabilidad de garantizar una adecuada seguridad ciudadana.

De esa manera surgió la idea de que la seguridad pública es una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal, los estados y los municipios, que comprende la prevención de los delitos, la investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas.

A partir de entonces, también se planteó desde la Constitución que la seguridad pública solo podría alcanzarse con un desempeño de las instituciones acorde a los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos.

En algunas ocasiones, la realidad que enfrentamos como país rebasa la imaginación respecto de la incidencia delictiva, la violencia con la que actúan algunos delincuentes y sobre todo, con los actuales niveles de eficiencia institucional de las áreas encargadas de la prevención, investigar los delitos, procesar y vigilar la ejecución de las sanciones contra quienes obran al margen de la ley.

La articulación de esfuerzos y en especial el cuidado a las instituciones para alcanzar el ideal del desempeño profesional resulta esencial en este ámbito; fundamentalmente conseguir niveles de prevención del delito que eviten el surgimiento de más células de la delincuencia. Lograr modelos educativos que otorguen alternativas de desarrollo a las nuevas generaciones y sobre todo, las coloquen en niveles de competitividad para participar en el desarrollo nacional. De de otra forma, se irá acrecentando la idea de esa denominada subcultura de la ilegalidad, en la que algunos suelen pensar que es preferible vivir al margen de la ley que dentro de los cauces jurídicos.

Detener a los responsables de cometer delitos, sin duda que es una tarea esencial para evitar la repetición de sus acciones dañinas para la sociedad, pero es quizás más importante el conseguir una adecuada prevención de conductas delictivas.

Hay que trabajar en la prevención para impedir que se sigan multiplicando los  delitos. De no hacerlo, es como si se pretendiera atrapar a diversos mosquitos y se hace la tarea uno a uno, entre tanto continua el pantano, de donde se van generando miles en el mismo sitio,  dando lugar a una producción interminable, y mientras no se tomen acciones para evitar que se sigan reproduciendo, entonces los esfuerzos por atraparlos serán prácticamente en vano.
  
Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
Raúl Plascencia Villanueva

jueves, 7 de abril de 2011

JUICIOS ORALES.. (anecdota)

 .

Son anécdotas extraídas del libro 'Desorden en el tribunal De Campeche....... 
Son palabras que los Testigos, Abogados, y Representantes de la Ley declararon en su momento en diferentes sucesos en la Corte, y que fueron
transcritas textualmente por los taquígrafos que tuvieron que permanecer en calma mientras estos diálogos realmente sucedían.......... 

Abogado : ¿Cuál es la fecha de su cumpleaños? 
Testigo: 15 de julio. 
Abogado : ¿Qué año? 
Testigo: Todo los años. 
____________________________________________ 
Abogado : Esa enfermedad, la miastenia gravis, ¿afecta su memoria? 
Testigo: Sí. 
Abogado : Y, ¿Cómo le afecta la memoria? 
Testigo: Se me olvidan las cosas... 
Abogado : Se le olvidan... ¿Puede darnos un  ejemplo de algo que se le haya olvidado? 
Testigo: No me acuerdo..... 
____________________________________________ 
Abogado : ¿Qué edad tiene su hijo? 
Testigo: 38 ó 35, no me acuerdo. 
Abogado : ¿Hace cuanto tiempo él vive con usted? 
Testigo: Hace 45 años. 
____________________________________________ 

Abogado : ¿Qué es lo primero que su marido dijo aquella mañana? 
Testigo: Dijo, '¿Dónde estoy Bety...?' 
Abogado : ¿Y por que a Ud. eso usted la puso brava? 
Testigo: Mi nombre es Célia. 
____________________________________________ 
Abogado : Su hijo más joven, el de 20 años.... 
Testigo: Sí. 
Abogado : ¿Qué edad tiene? 
______________________________________________ 
Abogado : Sobre esta foto suya... ¿usted estaba presente cuando fue sacada? 
_______________________________________________ 
Abogado : Entonces, ¿la fecha de concepción de su bebé es 08 de agosto? 
Testigo: Sí 
Abogado : Y... ¿Qué estaba usted haciendo ese día? 
_______________________________________________ 
Abogado : Ella tenía 3 hijos, ¿Cierto? 
Testigo: Cierto. 
Abogado : ¿Cuántos niños? 
Testigo: Ninguno 
Abogado : Y... ¿Cuántas niñas? 
____________________________________________ 
Abogado : Sr. Marcos, ¿Por qué se acabó su primer matrimonio? 
Testigo: Por muerte del cónyuge. 
Abogado : Y ¿por muerte de cuál cónyuge se acabó? 
_______________________________________________ 
Abogado : ¿Podría describir al sospechoso? 
Testigo: Tenía estatura mediana y usaba barba. 
Abogado : Y era ¿hombre o mujer? 
_______________________________________________ 
Abogado : Doctor, ¿Cuántas autopsias usted ya realizó en personas muertas? 
Testigo: Todas las autopsias que hice fueron en personas muertas... 
_______________________________________________ 
Abogado : Aquí en la corte, para cada pregunta que yo le haga, la respuesta
debe ser oral, Ok? 
¿A qué escuela usted va? 
Testigo: Oral.  
_______________________________________ 
Abogado : Doctor, Usted se recuerda ¿a qué horas comenzó a examinar el cuerpo de la víctima? 
Testigo: Sí, la autopsia comenzó a las 08:30 p.m. 
Abogado : ¿Y el Sr. Décio ya estaba muerto a esa hora? 
Testigo: No... él estaba sentado en la camilla, preguntándose ¿por qué yo
estaba haciendo una autopsia en él? 
_____________________________________________  
Abogado : Doctor, antes de hacer la autopsia, ¿usted chequeó el pulso de la víctima? 
Testigo: No. 
Abogado : ¿Usted chequeó la presión arterial? 
Testigo: No. 
Abogado : ¿Usted chequeó la respiración? 
Testigo: No. 
Abogado : Entonces, ¿es posible que la víctima estuviera viva cuando la autopsia comenzó? 
Testigo: No. 
Abogado : ¿Cómo usted puede tener tanta seguridad? 
Testigo: Porque el cerebro del paciente estaba en una jarra sobre la mesa. 
Abogado : Pero, ¿él podría estar vivo? 
Testigo: Sí, es posible que él estuviera vivo y estudiando Derecho en la misma facultad que usted se graduó... .........


El Tamaño de las personas WS

Mirad lo que me pasó una amiga... una muy muy grande!!!

El Tamaño de las Personas ...:

Los tamaños varían conforme el grado de compromiso…
Una persona es enorme para uno,
cuando habla de frente y vive de acuerdo a lo que habla,
cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe inocente.

Es pequeña cuando sólo piensa
en si misma,y le hace creer a los otros que piensa en ellos
cuando se comporta de una manera poco gentil,
cuando no apoya, cuando abandona a alguien justamente en el momento
en que tendría que demostrar lo que es
más importante entre dos personas:
La Amistad, el compañerismo, el cariño, el respeto,
el celo y asimismo el amor.

Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida,
cuando busca alternativas para tu crecimiento,
cuando sueña junto contigo…
Cuando trata de entenderte aunque no piensen igual

Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca
en el lugar del otro, cuando obra,
no de acuerdo con lo que esperan de ella, pero de acuerdo con lo que espera
de si misma.

Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés.
Cuando quiere quedar bien con todos,cuando maneja a la gente
como un titiritero y lamentablemente siempre hay gente
que no tiene convicciones y se deja manejar…

Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez
dentro de una relación,
puede crecer o disminuir
en un corto espacio de tiempo.

Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecía ser grande.
Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecía ser ínfimo.
Una decepción puede terminar con el respeto por alguien…de muchos…
Una acción correcta puede enaltecer a otros

Es difícil convivir con esta elasticidad:
las personas se agigantan y se encogen a nuestros ojos.
Ya que nosotros juzgamos a través de centímetros
y metros, sino de acciones y reacciones,de verdades o falsedades
de expectativas y frustraciones.

Una persona es única al extender la mano,
y al recogerla inesperadamente, se torna otra.
El egoísmo unifica a los insignificantes,a los perdedores,
a los falsamente llamados diplomáticos.

No es la altura, ni el peso,ni la belleza
ni un titulo o mucho dinero lo que convierte a una persona en grande…
es, su honestidad, su decencia… su amabilidad y respeto
por los sentimientos e intereses de los demás
Por su sensibilidad sin tamaño…

martes, 5 de abril de 2011

DESAMOR

D E S A M O R

Se perdieron tus recuerdos
en aquellos aleteos agónicos
donde mis suspiros naufragaron
a la deriva de tu marejada alta
al recordar débilmente tus pechos.

Se anestesió mi memoria
cuando se cubrió de rastrojos
el sendero de tus caricias
esfumados en alientos insulsos
por la impavidez de tus labios.

Se obnubiló mi pensamiento
al no volver a restallar el eco
de susurros enamorados
cuando la Luna infidente
ovacionaba nuestros encuentros.

Se adormecieron mis emociones
porque los jadeos suspendidos
entre tímidos besos temblorosos
se fugaron entre las ascuas
de fatigantes sudores.

Y se congelaron mis sentimientos
en el desamparo de tu regazo
porque la soledad lisió mi alma.
Y tu argumento apocalíptico no deslíe
el témpano de tu apatía inmisericorde.

Por : Fabio Mosquera Carreño
Todos los Derechos Reservados
Abril 05 de 2011

Buen relato

Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño. Solo recuerdo que ya era tarde y estabá en mi sofá preferido con un buen libro en la mano. El cansancio me fue venciendo y empecé a cabecear…
En algún lugar entre la semi-inconsciencia y los sueños, me encontré en aquel
inmenso salón, no tenía nada en especial salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas. Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas direcciones.
Tenían diferentes rótulos. Al acercarme, me llamó la atención un cajón titulado: “Muchachas que me han
gustado”. Lo abrí descuidadamente y empece a pasar las fichas. Tuve que detenerme por el impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: ¡se trataba de las muchachas que a MÍ me habían gustado!
Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de donde me encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era un crudo catálogo de toda mi existencia.
Estaban escritas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y grandes detalles, momentos que mi memoria había ya olvidado.
Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga, empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para explorar su contenido.
Algunos me trajeron alegría y momentos dulces; otros, por el contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve que volverme para
ver si alguien me observaba.
El archivo “Amigos” estaba al lado de “Amigos que traicioné” y “Amigos que abandoné cuando más me necesitaban”.
Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. “Libros que he leído”, “Mentiras que he dicho”, “Consuelo que he dado”, “Chistes que conté”, otros títulos eran: “Asuntos por los que he peleado con mis hermanos”, “Cosas hechas cuando estaba molesto”, “Murmuraciones cuando mamá me reprendía de niño”, “Videos que he visto”…
No dejaba de sorprenderme de los títulos.
En algunos ficheros habían muchas
mas tarjetas de las que esperaba y otras veces menos de lo que yo pensaba.
Estaba atónito del volumen de información de mi vida que había acumulado.
¿Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad. Cada una
escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma.
Cuando vi el archivo “Canciones que he escuchado” quedé atónito al descubrir que tenía más de tres cuadras de profundidad y, ni aun así, vi su fin. Me sentí avergonzado, no por la calidad de la música, sino por la gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido.
Cuando llegué al archivo: “Pensamientos lujuriosos” un escalofrío recorrió mi cuerpo. Solo abrí el cajón unos centímetros.. Me avergonzaría conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví por su contenido. Me sentí asqueado al constatar que “ese” momento, escondido en la oscuridad, había quedado registrado… No necesitaba ver más…
Un instinto animal afloró en mí. Un pensamiento dominaba mi mente: Nadie
debe de ver estas tarjetas jamás. Nadie debe entrar jamás a este salón..
¡Tengo que destruirlo!.
En un frenesí insano arranqué un cajón, tenía que
vaciar y quemar su contenido. Pero descubrí que no podía siquiera desglosar una sola del cajón. Me desesperé y trate de tirar con mas fuerza, sólo para descubrir que eran mas duras que el acero cuando intentaba arrancarlas.
Vencido y completamente indefenso, devolví el cajón a su lugar.
Apoyando mi
cabeza al interminable archivo, testigo invensible de mis miserias, y empecé a llorar. En eso, el título de un cajón pareció aliviar en algo mi situación:
“Personas a las que les he compartido del amor de Jesús”. La manija brillaba, al
abrirlo encontré menos de 10 tarjetas. Las lagrimas volvieron a brotar de mis
ojos. Lloraba tan profundo que no podía respirar. Caí de rodillas al suelo
llorando amargamente de vergüenza. Un nuevo pensamiento cruzaba mi mente: nadie deberá entrar a este salón, necesito encontrar la llave y cerrarlo para siempre.
Y mientras me limpiaba las lagrimas, lo vi. ¡Oh no!, ¡por favor no!, ¡El no!, ¡cualquiera menos Jesús!. Impotente vi como Jesús abría los cajones y leía cada una de mis fichas. No soportaría ver su reacción. En ese momento no deseaba encontrarme con su mirada.
Intuitivamente Jesús se acercó a los peores archivos. ¿Por qué tiene que leerlos todos? Con tristeza en sus ojos, buscó mi mirada y yo bajé la cabeza de vergüenza, me llevé las manos al rostro y empecé a llorar de nuevo. El, se acerco, puso sus manos en mis hombros.
Pudo haber dicho muchas cosas. Pero el no dijo una sola palabra. Allí estaba junto a mí, en silencio. Era el día en que Jesús guardó silencio… y lloró conmigo.
Volvió a los archivadores y, desde un lado del salón, empezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjeta firmaba su nombre sobre el mío. ¡No!, le grité corriendo hacia El.
Lo único que atiné a decir fue solo ¡no!, ¡no!, ¡no! cuando le arrebaté la ficha de su mano. Su nombre no tenía por que estar en esas fichas. No eran sus culpas, ¡eran las mías! Pero allí estaban, escritas en un rojo vivo. Su nombre cubró el mío, escrito con su propia sangre. Tomó la ficha de mi mano, me miró con una sonrisa triste y siguió firmando las tarjetas.
No entiendo como lo hizo tan rápido. Al siguiente instante lo vi cerrar el
último archivo y venir a mi lado. Me miró con ternura a los ojos y me dijo:
Consumado es, está terminado, yo he cargado con tu vergüenza y culpa.
En eso salimos juntos del Salón… Salón que aún permanece abierto…. Porque todavía faltán más tarjetas que escribir…
Aún no se si fue un sueño, una visión, o una realidad… Pero, de lo que si estoy convencido, es que la próxima vez que Jesús vuelva a ese salón, encontrará más fichas de que alegrarse, menos tiempo perdido y menos fichas vanas y vergonzosas.

viernes, 1 de abril de 2011

Hay una práctica que me gusta aplicar, se llama empatía. Y el aplicarla me permite acercarme más al carácter del Señor. Me gusta ponerme en los zapatos de mis hermanos y el hacerlo hace que crezca el amor de Cristo en mí. Admito que en ocasiones el tener esta empatía, afecta mi relación con mi yo, y en otras muchas ocasiones afecta también mi comodidad. Pero, he comprendido que lo que siembras, eso mismo cosecharás.

Y si yo tuviese empatía con mis hermanos, de una u otra manera el Señor lo sumará a mi cuenta.

Me gusta extender la mano al necesitado, porque a mí me extendieron la mano y sé lo duro que es encontrar alguien con el amor de Cristo dispuesto a ayudarte. Me gusta desprenderme de lo mío con tal de dar una sonrisa o aliento a un hermano, al fin y al cabo sé que mi Padre me sustenta. Me intereso por aquellos hermanos que el Señor pone en mi camino, tal vez no sea su Líder o Pastor, pero a mi Dios le agrada que les cuide. Me gusta dar la milla extra, pues sé que hay un Dios justo en el cielo que hará que llegué pronto a mi destino. Me gusta estar atenta a las tareas que me asigna mi Jefe, púes deseo que mis subordinados se agraden en servirle.

Acostumbro escuchar toda palabra que me habla mi Señor, pues sé que si ha caído en tierra fértil, a su tiempo le cosecharé. Acostumbro agradecerle a mi Dios por toda dadiva, por pequeña que me parezca, aunque en ocasiones pareciera que no hay nada que agradecer, púes sé que como Padre; Él quiere una hijo agradecida.

En muchas ocasiones he acatado órdenes que no son de mi agrado, pero sé que a mi Dios le agrada que respete su autoridad y Él hará que respeten en su momento la mía. En muchas ocasiones no estoy de acuerdo con los designios de mis padre, más sin embargo debo sujetarme, no sea qué en mi descendencia exista rebeldía. En muchas ocasiones he sometido esa carne que tanto adoraba, pero Él ha sido justo y hoy puedo fluir en el espíritu.

Es muy simple, siembra amor, cosecharás amor. Siembra indiferencia, segarás indiferencia. No pretendas cosechar bendición, cuando solo maldición ha salido de tu boca. No pretendas segar rojos tomates, donde has regado solo espinos.
Yo te invito hermano a seguir trabajando esa tierra con amor, a que día a día la riegues con empatía y a su tiempo lo que te ha costado sudor y lagrimas; con gozo segarás. “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.” Salmos 126:5-6

¿Ahora dime, haz estado sembrando fruto digno o solo regando tus viejos espinos?