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jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Josefina?

Luego de no dar su brazo a torcer para ser nombrada candidata de su partido a la gubernatura del Estado de México y a seis meses de declarar al periodista Jorge Ramos, de Univisión: “Yo sí quiero estar en la elección interna de mi partido y es la primera vez que lo digo con tanta contundencia, con tanta claridad. Quiero estar en esta definición que se haga y que toma mi partido de cara al 2012”, Josefina Vázquez Mota marcha en la punta de las preferencias entre electores cercanos al Partido Acción Nacional.
Según una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica, publicada ayer por el periódico Milenio, la exsecretaria de Educación Pública -que diera trato de domadora al SNTE, según dijo La Maestra Gordillo- encabeza la predilección de los adherentes del panismo con 39.4%, en tanto Santiago Creel, que en meses anteriores llevara la delantera, se situó en segundo lugar, con 30.3 en la porcentual.
No es poca la ventaja que la también exsecretaria de Sedesol le saca al Senador con licencia, que cuando estuvo al frente de la Secretaría de Gobernación otorgara los permisos para la instalación de las salas de juego que, luego de la tragedia del Calcino -léase Casino- Royale de Monterrey han sido tan cuestionadas. (Por cierto, no hemos leído, ni sabido, de algún pronunciamiento del licenciado Creel sobre el tema).
En la precitada encuesta, Ernesto Cordero, secretario de Hacienda, al que algunos han dado en llamar “el candidato de Los Pinos”, aparece en tercer lugar con 11.4 por ciento. Este repunte de 7.9 puntos en relación con el estudio del mes pasado realizado por la misma encuestadora -donde obtuvo 3.5%-, se infiere, es resultado de las renuncias de los aspirantes del gabinete: Félix, Lozano y Lujambio. Javier Lozano, secretario del Trabajo, que llegó a autonombrarse El Gallo Azul, al declinar hizo especial énfasis en su apoyo para Cordero.
El estudio demoscópico fue realizado el pasado martes, un día después de la declinación del maestro Alonso Lujambio -tan aplaudida por Felipe Calderón y por el dirigente del partido, Gustavo Madero-. Tal y como lo pronosticó ese mismo día en El Economista el siempre acertado Alberto Aguirre, en su columna “Signos Vitales”: “Hay quienes suponen que la presencia del Secretario de Educación en la lista de precandidatos restaba apoyos al titular de la SHCP y que su declinación servirá -paradójicamente- como detonante para un repunte de Cordero, quien en las mediciones que circularán en los próximos días ya rebasó la barrera de 10 por ciento”. Una vez más, Aguirre acertó. ¡Bingo! -para usar un término de moda-.
Así las cosas, se acorta la lista de precandidatos blaquiazules. Sólo queda un candidato del gabinete: Cordero. Se espera que Emilio González Márquez, quien aparece en último lugar de dicho estudio con un porcentaje de 7.7, muy pronto anuncie su abstención en esta lucha partidista. Si lo hace, en su lenguaje dirá: “Mi candidatura a la Presidencia me vale madres”.
Se vislumbran tres, debieran ser dos, pero todo apunta a que serán tres finalistas en la contienda interna del PAN. Por ningún lado se ve que Santiago o Josefina, los punteros, se bajen. La obstinación de Felipe Calderón por tener un gallo propio dejará al actuario Cordero en el elenco. Aun en el supuesto caso de que los casi 8 puntos de González Márquez se vayan íntegros para el favorito presidencial. ¿De dónde sacará Ernesto Cordero 11 puntos para igualar a Creel en el segundo lugar?
De los tres enlistados es Santiago Creel el menos cercano -por decirlo suavemente- a la voluntad del actual Mandatario. ¿Sacrificará Calderón a Cordero para darle fuerza a Josefina? La lógica indica que así debería ser.
Inclusive, se ha llegado a especular sobre la manera tan cálida en la que el Ejecutivo se refirió a la coordinadora parlamentaria de su partido en la reciente reunión que tuvo con los legisladores del PAN, en Morelia, Michoacán: “A ti, en lo personal y en lo político, en lo institucional, como amigo, como compañero y como compañero y amigo -es la expresión que usamos en Acción Nacional- te agradezco mucho todo lo que has hecho por el PAN y por México y mucha suerte en todos tus proyectos. Muchas gracias, Pina”. Aunque Josefina negó que las palabras del Presidente dirigidas a su persona fueran una muestra de preferencia hacia ella, quedó la percepción en los observadores y analistas de que Calderón marcó doble en la quiniela partidista: si Cordero no levanta -cosa harto probable-, ahí está la señora Vázquez Mota. Cuenta con el apoyo de Roberto Gil Zuarth y, hasta donde sé, lleva una magnífica relación, desde tiempo atrás, con doña Margarita Zavala.
Faltan poco menos de 11 meses para la elección del 2012, pero de momento Josefina Vázquez Mota está en la cumbre de las preferencias de los adherentes del PAN. Respondo a los dos cuestionamientos con los que encabezo mi columna: ¿la alcanzarán? Pienso que no. El tema de los casinos va a repercutir negativamente en la postulación de Santiago Creel, su más cercano contendiente; de persistir en sus intenciones, Ernesto Cordero no le sirve ni para el arranque. Ahora bien, me la imagino candidata del PAN en el 2012 pero, sinceramente, veo muy difícil que esto le alcance para ser la primera mujer Presidente de nuestro país.

Renuncia de Larrazabal

Tempestad a la vista para el alcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal. El motivo: su hermano de nombre Jonás, a quien el cotidiano Reforma puso en evidencia al publicar fotografías en las que se le ve recibiendo dinero en efectivo de al menos tres casinos, sin que hasta el momento se sepa si éstos eran de la cadena Caliente o de la otra -Ardiente-. Según la nota, existen tres videos y decenas de fotografías donde se le ve en las mesas de juego -razón por la cual lo llamaremos el hermano in-comodín- recogiendo dinero en efectivo. Los videos del hermano del alcalde regio documentan lo que aparenta ser un cobro periódico a los casinos. De las tres grabaciones existentes, la más reciente es del viernes 19 de agosto, apenas seis días antes del ataque contra el Casino Royale.
El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, anunció una investigación ante la Procuraduría General de Justicia estatal para determinar si los casinos de Monterrey operan con prácticas corruptas, después de reconocer que conoce el material donde se ve al hermano del edil recibiendo dinero en casas de apuestas. (¿No le parece suficiente evidencia al Góber Visitante -le dicen así porque vive en Estados Unidos desde donde se desplaza a su estado los días de trabajo- los videos para, en primera instancia, pedir la consignación, más que la investigación, del presunto corrupto. Mientras se inician las investigaciones va a volar el angelito, tal como ya lo hizo Raúl Rocha Cantú, dueño del casino donde perdieron la vida 52 personas). Más tarde, en conferencia de prensa, Fernando Larrazabal expresó que los ciudadanos fueron quienes lo eligieron alcalde y que “este puesto no se comparte con ningún amigo -de lo ajeno- ni con ningún miembro de la familia. El día de hoy publican fotos de mi hermano Jonás, tomadas en alguno de los casinos que seguramente mi administración ha clausurado en los últimos días. Mi hermano tendrá que aclarar las dudas que surjan de este evento ante cualquier autoridad que lo requiera”.
Por lo pronto, según fuentes que tenemos en la ciudad norteña, el 3dil va a renunciar, no a la Presidencia municipal sino a la familia Larrazabal, de la que no quiere saber nada.
Oí por ahí
El chiste me lo contaron hace tiempo. Me acordé de él cuando oí hablar de pirómanos.
Un tipo va a confesarse. Se pone de rodillas frente al sacerdote y le dice: “Padre, me acuso de que soy piromaniaco”. “¿Piromaniaco? ¡No! -exclama el cura al tiempo que se sacude la sotana de la que surgen llamas- ¡Eres un hijo de la chingada!”.

Terrorismo

Entre el terror y la náusea

El crimen múltiple da escalofrío. Lo que hay detrás da asco. Primero, horroriza no sólo la estadística de los 52 muertos, sino su infierno de llamas y humo. Pero, sobre todo, llena de rabia el saber que una tragedia así era absolutamente evitable. Y no hablo sólo de las cerradas salidas de emergencia. No. Lo que hay que discutir son las que, en estos años recientes, generaron un escenario tan violento y maloliente: “Señoras y señores, con ustedes ¡el terror!”
Ya el propio presidente Calderón calificó de “verdaderos terroristas” al grupo de criminales que estremeció Monterrey, sacudió a la nación y escandalizó al mundo. Así que se reconoce ya una etapa de colombianización a la mexicana en la que el terror puede estallarnos en la cara en cualquier lugar y en cualquier instante. Con la diferencia de que allá el gobierno estaba consciente de librar una durísima batalla y el de aquí insiste en que vamos ganando la guerra. Aunque a ese optimismo oficial se opongan las cifras y datos incontrovertibles: 50 mil muertos, 30 mil desaparecidos, más de 100 mil desplazados y un México secuestrado por el miedo.
Pero lo que provoca no sólo indignación sino náuseas extremas es la cadena de corrupción y complicidades que se inició con Vicente Fox como presidente y Santiago Creel en Gobernación. Ambos repartieron 450 concesiones de casinos a diestra y siniestra, siempre buscando una complicidad con los poderes fácticos y sin importarles el terreno minado que estaban sembrando.
¿O de verdad nadie le dijo a Felipe Calderón que los casinos, además de esquilmar a los jugadores —sobre todo mujeres—, son las grandes lavanderías de los cárteles de la droga, que llegan con maletas de billetes sucios y salen con cheques limpísimos luego de un moche de 15%? ¿Qué son, por eso, territorios disputables a sangre y —como se vio— fuego?
Hay, además, gravísimos daños colaterales que se añaden a la violencia nuestra de cada día. El más alarmante es un México dividido y hasta confrontado: de un lado los “patriotas” que se suman sistemáticamente a todas las decisiones oficiales y ahora piden que se intensifique la guerra y se aprueben las reformas a la Ley de Seguridad Nacional tal cual la envió el Presidente; del otro los “apátridas” que hemos cuestionado el método oficial —que nunca ha llegado a estrategia— y esa propuesta de ley que lo único que pretende es legitimar la militarización del país.
Yo, la verdad, no creo que la espiral de violencia se vaya a detener con el envío de otros tres mil federales a Nuevo León ni con la aprobación fast track de una ley más que cuestionable, ni siquiera con la desconexión efectista de miles de maquinitas esquilmadoras. En cambio, sí ayudaría que el gobierno nos diga quiénes y en qué proporción se benefician con los casinos de este país, con toda su cauda de corruptelas. Y luego tener el valor —como lo tuvo Lázaro Cárdenas en su tiempo— de cerrarlos y convertirlos en escuelas. No sobraría tampoco anteponer la inteligencia a la violencia no sólo para desarticular financieramente a los grandes capos, sino para limpiar la casa detectando, expulsando y juzgando a quienes en nuestros órganos castrenses, policiacos y de justicia están en la nómina del narco.
En cualquier caso, y como acaba de exhortar el rector de nuestra UNAM, es urgente un acuerdo nacional contra el crimen organizado en el que participen todos los poderes y los grupos ciudadanos. Y yo añadiría que el único eje convocante posible en estos momentos es el propio documento emanado de nuestra UNAM: una Propuesta sobre Seguridad y Justicia en Democracia que es la única alternativa realmente integral, que ha sido muy bien recibida por legisladores de diversos partidos y que no merece el menosprecio interesado de algunos, por el hecho de provenir de una escuela pública, aunque se trate de la más alta del país.
Ojalá no sea el caso del presidente Calderón, quien argumenta el seguimiento puntual del crimen múltiple de Monterrey para posponer la anunciada reunión con el rector Narro. Y yo que había pensado que ese encuentro era más necesario que nunca.